Llega el pan de boniato a Santiago de Cuba

Parodiando la terminología de la alta cocina, los jóvenes afirmaron que el pan de boniato era “digno de Máster Chef”, y que se encontraban “descubriendo los sabores únicos” de Cuba.

Llega el pan de boniato a Santiago de Cuba

En tiempos de crisis y escasez de harina, en Cuba florecen los panes elaborados con los famosos “extensores” como la yuca, la calabaza o el boniato.

Este último tubérculo ha sido el empleado en Santiago de Cuba para elaborar la masa del pan que el Estado vende de manera racionada por la libreta de abastecimiento.

Su sabor, textura y aroma quedó gráficamente plasmado en la expresión de un joven santiaguero que realizó una degustación del producto mientras era filmado por un usuario de redes sociales.

El video, compartido en Tiktok por el usuario Jesús de Cuba dejó ver la mueca de disgusto que se dibujó en la cara del joven que probó el pan de boniato.

Entre comentarios jocosos, parodiando la terminología de la alta cocina, los jóvenes afirmaron que el pan de boniato era “digno de Máster Chef”, y que se encontraban “descubriendo los sabores únicos” de Cuba.

Empeñado durante décadas en ser el principal proveedor y distribuidor de alimentos para la población, el Estado cubano -gobernado por un régimen comunista totalitario- es ahora el responsable de la escasez de harina en el país.

De ahí que promueva el uso de los denominados “extensores” en la red de panaderías estatales bajo su control, y sea el responsable único y directo de la calidad del pan, así como de la alimentación en general de los cubanos.

Hace aproximadamente un año la empresa no recibe harina del balance nacional porque es un producto importado y hay dificultad para su distribución, y la estrategia que hemos encontrado es ir a otros recursos económicos (Mypimes, por ejemplo)”, detalló recientemente Raúl Valdés Mantecón, director de la Empresa Cubana del Pan en Cienfuegos.

No es la primera vez que la población ve llegar a las bodegas el pan de boniato. “Se pone duro, se pone prieto y se desgrana“, calificaba en mayo de 2017 un guantanamero acerca de la calidad del pan de boniato que se vendía por la libreta en la ciudad.

En mayo de 2022, el Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) de Villa Clara promovía el uso de la harina para producir pan y pizza, según un reporte de medios oficialistas.

“Usted puede sustituir un cien por ciento de la harina de trigo por la de yuca para hacer el panqué, usted lo ha visto aquí”, dijo al telecentro Telecubanacán un funcionario cuyo nombre no fue precisado en el reportaje.

El hombre añadió, además, que también se puede reemplazar el 50 por ciento de la harina de trigo por harina de yuca para hacer pan y “el 70 por ciento para hacer pizza”.

Según trascendió en el reporte, antes de procesar el tubérculo para conformar la harina para la alimentación humana, debe secarse pues está compuesta en su mayoría por agua.

“¡Cuántos productos se pueden elaborar a partir de la harina de yuca y un problema que tenemos es que estamos dependiendo del trigo que se importa para todo esto que estamos hablando!”, recalcó el entrevistado.

Del boniato y la yuca, la “continuidad” del gobernante Miguel Díaz-Canel ha pasado a promover recientemente el pan de calabaza, un “lujo” que en algunas provincias solo alcanzan a degustar los menores de 14 años.

El irónico video de Jesús de Cuba no deja de reflejar una realidad lacerante para los cubanos, que ven desmontarse el “contrato social” que significaba la libreta de abastecimiento, y escuchan a panzones dirigentes hablar de la eliminación de “subsidios excesivos y gratuidades indebidas”, mientras aumenta el número de niós, ancianos y personas vulnerables en riesgo de “inseguridad alimentaria”.

Parodiando la terminología de la alta cocina, los jóvenes afirmaron que el pan de boniato era “digno de Máster Chef”, y que se encontraban “descubriendo los sabores únicos” de Cuba.